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A veces, la temperatura puede subir mucho en la cocina. Tu fregadero Silgranit estará encantado de seguirte el ritmo. Después de todo, Silgranit es resistente al calor hasta 280 °C, por lo que puedes poner ollas y sartenes calientes directamente en el fregadero sin ningún tipo de problema. Puede mantener la frescura y soportar el calor. Además, no sufrirá decoloración alguna. Tampoco hay ninguna opción de que se quede blanco.

Silgranit PuraDur está compuesto en un 80 % por granito. En la práctica, esto significa que no habrá arañazos, grietas ni fracturas. En resumen: tu fregadero es extremadamente resistente. Por lo tanto, no tendrás que preocuparte de poner ollas, sartenes y platos donde quieras en tu cocina. Tampoco tienes que preocuparte de las salpicaduras de vino tinto, zumo de naranja, café caliente o zumo de remolacha. Te garantizamos que a tu fregadero de granito Silgranit no le importará lo más mínimo.

Estar en la cocina es vivir, comer y disfrutar. El aceite podría salpicar o un trozo de carne podría acabar en la cubeta del fregadero de vez en cuando. No tienes que preocuparte. Tu fregadero Silgranit estará encantado de seguirte el ritmo. Silgranit PuraDur tiene un escudo de defensa para protegerte a ti y a los alimentos de la suciedad y las bacterias. Esto se debe a su exclusiva fórmula patentada de protección higiénica que tiene un efecto antibacteriano. Esto se ha demostrado científicamente: las pruebas demuestran que esta protección higiénica redujo la acumulación de las bacterias relevantes hasta en un 98 %. Esto hace que cortar, cocinar y comer en tu cocina sea seguro a nivel higiénco.

Cortar remolacha, cebollas o pelar manzanas: a veces las cosas se complican cuando realizas tareas en la cocina. Pero tu fregadero Silgranit es perfectamente capaz de aguantar lo que sea. El secreto es su superficie de poros finos y sin roturas, que evita prácticamente por completo que la suciedad se adhiera y permite que el agua, simplemente, se deslice. Esto protege al fregadero frente a los depósitos calcáreos y la contaminación.

Sin embargo, si aparece una mancha en cualquier momento, basta con que busques un estropajo, un poco de detergente lavavajillas y agua. Volverás a tener tu fregadero limpio en una sola pasada. En caso de suciedad resistente, lo mejor es utilizar un detergente profesional, como nuestro BLANCO Aktiv en polvo.

Las frutas frescas, las verduras y los años de sol brillante son todo un desafío para los fregaderos a lo largo de los años. Pero a ellos les da igual. Después de todo, nuestros fregaderos Silgranit son sólidos como una roca. Incansables. El material se talla a partir de una sola pieza de granito, por lo que no se decolorará con un uso normal si lo cuidas un poco.

Por ejemplo, si deslizas una olla por el escurridor, se puede provocar una abrasión del metal. Esto se debe a que Silgranit tiene una superficie de poros finos que es más dura que el metal, lo que provoca marcas oscuras en los fregaderos ligeros.

Pero esto no es motivo de preocupación. Solo tienes que limpiar el fregadero con una esponja, un poco de detergente lavavajillas y agua caliente. Volverá a ser la joya de la cocina que conoces y amas.

Robusto y con colores resistentes: estas son las cualidades que definen tu fregadero Silgranit. Esto hace que las pequeñas rayas oscuras que aparecen en la superficie llamen aún más la atención. Lo más probable es que hayan sido causadas por ollas. Pero no te preocupes: puedes eliminar estos signos de abrasión en un solo paso. Después de todo, tu fregadero no solo es resistente, sino que también es extremadamente fácil de limpiar. Solo tienes que usar el lado áspero del estropajo, humedecerlo con un poco de agua caliente y pasarlo por la zona sucia. ¡Listo! Tu fregadero volverá a brillar.

El uso diario de tu fregadero Silgranit puede dar lugar a la aparición de marcas extrañas. Si se han acumulado depósitos de cal en el fregadero, estos pueden absorber fácilmente el café, el té o el vino tinto derramados, por ejemplo. Como resultado, es posible que observes una ligera decoloración. Sin embargo, si cuidas tu fregadero con regularidad, no tendrás este problema. No necesitarás realizar una limpieza a fondo para arreglarlo. Después de todo, por lo que respecta a los materiales, Silgranit PuraDur es extremadamente fácil de limpiar. Un poco de amor y cariño, un estropajo y un poco de jabón de lavavajillas es todo lo que tu fregadero necesita para que desaparezcan las marcas en unos pocos pasos sencillos. Después, solo tendrás que enjuagarlo con agua y secarlo, y tu fregadero volverá a estar limpio y brillante.

Dependiendo de dónde vivas y del estado de las tuberías de agua, la cal puede ser un problema persistente. Las antiestéticas marcas de agua pueden parecer repentinamente y restar valor a la belleza de la joya de tu cocina. Menos mal que limpiar el fregadero Silgranit no es complicado. Para ser claros, necesitas un descalcificador profesional, un detergente comercial de uso intensivo o un concentrado de vinagre, además de agua caliente a una temperatura no inferior a 60 °C. Aplica la solución a las marcas y deja que actúe durante al menos 2 horas (o simplemente toda la noche). A continuación, lava a fondo el fregadero, límpialo con una esponja y, por último, sécalo.

El tapón filtro es el héroe secreto de tu fregadero. Después de todo, evita que el fregadero se obstruya y así garantiza una funcionalidad perfecta. Sin embargo, con el tiempo, el tapón filtro acumulará algo de suciedad, por lo que deberías limpiarlo de vez en cuando. Ni siquiera tienes que comprar un limpiador especial para ese fin.

Este es nuestro truco: pon una cucharadita de detergente lavavajillas en polvo en el tapón filtro cerrado. Vierte aprox. 250 ml de agua hirviendo sobre ella y deja que la solución funcione. A continuación, cepíllalo y frótalo (por ejemplo, con un cepillo para fregar los platos) hasta que el tapón filtro y el depósito de drenaje vuelvan a brillar. Por último, abre el tapón filtro y extrae el inserto del tapón. Ahora tienes espacio suficiente para limpiar la abertura de la cubeta de drenaje. Cuando ya esté bien limpia, vuelve a colocar el tapón filtro y enjuágalo con agua limpia.

Hacemos todo lo posible para asegurarnos de que todo esté listo, por lo que casi todos nuestros fregaderos de acero inoxidable y cerámica vienen con un orificio ya perforado para el grifo. Esto significa que no tendrás que realizar ningún trabajo adicional antes de realizar la instalación. Algunos fregaderos Silgranit están marcados desde abajo. Solo tienes que atravesar los orificios previamente marcados.

Cómo hacerlo: coloca primero el fregadero sobre un soporte resistente. A continuación, coge un punzón y colócalo en el centro de la marca. Utiliza un martillo para golpear los orificios de la grifería, el dispensador de jabón y la válvula automática, dependiendo de lo que sea necesario, pero no ejerzas fuerza sobre el propio punzón. A continuación, golpea con cuidado el resto de las piezas de Silgranit para sacarlas de los orificios marcados. Ahora usa una lima para darle al orificio el tamaño correcto. Es posible que tengas que hacerlo si el orificio está al mismo nivel que el fresado preliminar. Ya solo te queda una cosa por hacer: insertar la grifería, y listo.

En poco tiempo pueden aparecer manchas lechosas en tu elegante fregadero negro. Estas manchas están causadas por depósitos calcáreos, que pueden variar enormemente de un lugar a otro, y dependen también del estado de las tuberías de agua. En dichas manchas también se acumulan restos de sustancias como el té o el café y, por lo tanto, son responsables de la decoloración. Pero todo esto no es tan preocupante como suena. Por suerte, BLANCO Antikalk, un poco de limpiador a base de vinagre o ácido cítrico diluido y agua caliente, puede ser tu salvavidas. La cal se disolverá si limpias a fondo el fregadero de tu cocina con estas sustancias.

Si no quieres tener que lidiar con marcas antiestéticas, asegúrate de secar el fregadero con un paño de microfibras después de cada uso. De este modo, evitarás que se formen depósitos de cal.